
Un nuevo siniestro vial volvió a poner en el centro de la escena a la ya conocida "curva de la destilería", ubicada en la intersección de Presidente Perón y Genaro Roldán, en la ciudad de San Lorenzo.
CAPITÁN BERMÚDEZ — Mariela, una mujer policía que realizaba tareas adicionales en el boliche Mora, rompió el silencio tras haber sido baleada durante el ataque ocurrido el pasado fin de semana en la puerta del local nocturno. Desde su casa, aún convaleciente tras una cirugía en el pie izquierdo, apunta directamente contra los dueños del establecimiento. "Sabían que algo iba a pasar", aseguró.
Locales08 de julio de 2025El violento episodio dejó un saldo de seis personas heridas, entre ellas dos efectivos policiales y un paramédico. El ataque, protagonizado por al menos dos personas encapuchadas que dispararon desde la esquina de calle La Pampa, volvió a encender las alarmas sobre la inseguridad en la región y puso nuevamente al boliche Mora en el centro de la polémica.
"Estábamos todos en la vereda cuando empezaron a llover las balas", relató Mariela en diálogo con el periodista Martín Pigassi. "A mí me dan el primer impacto. Fue en el pie. Me desplomé hacia adentro. Después ya no me pude levantar".
Un antecedente que encendió las alertas
Según la agente herida, el ataque no fue un hecho aislado. Quince días antes, en el mismo boliche, se había registrado una brutal pelea que terminó con el robo de una cadena de oro a un joven conocido como “Pocholo”, sindicado como integrante de la banda de "los menores", grupo que —según Mariela— mantiene estrechos vínculos con los responsables del boliche.
"Esa noche yo también trabajé de adicional. A este muchacho lo amenazaron, le sacaron la cadena y él gritó que iba a hacer del boliche un nuevo Cromañón. Que íbamos a terminar todos muertos", relató la policía, en alusión a la tragedia de 2004.
En aquel momento, no hubo denuncia formal ni se reforzó la seguridad en el local. El fin de semana siguiente, el boliche no abrió por el desarrollo de las elecciones. Pero el sábado pasado volvió a funcionar. Esta vez, con un dispositivo de seguridad que, según Mariela, ya indicaba que algo no estaba bien.
“Estaban mirando las cámaras mientras nos tiraban”
"Éramos seis policías. Había un móvil oficial y dos camionetas cruzadas en la entrada, algo que nunca pasa. Para mí, ya sabían que había amenazas. Nunca antes hubo vehículos obstruyendo el ingreso", afirmó.
Cuando comenzó la balacera, Mariela cayó herida y desde el suelo vio cómo se desataba el caos. "Uno de mis compañeros también fue herido. El paramédico quedó tirado en la vereda. Y los dueños del boliche estaban encerrados en la oficina, mirando las cámaras, mientras a nosotros nos cagaban a tiros", denunció con crudeza.
La agente policial fue intervenida quirúrgicamente y ya recibió el alta médica. Aunque la herida en el pie no puso en riesgo su vida, el impacto psicológico y emocional es profundo. “Gracias a Dios la cirugía salió bien, pero esto no es nuevo. No es la primera vez que pasa algo así en ese boliche”, dijo.
El boliche Mora ya había sido escenario de episodios violentos en el pasado. En 2023, hubo una balacera con características similares. A pesar de esos antecedentes, el local continuó funcionando.
"Esto está muy impune", remarcó Mariela. Y aunque no dio nombres, dejó en claro que tanto desde adentro del boliche como en su entorno sabían lo que podía ocurrir. “Nosotros, como adicionales, tratamos de impedir el ingreso de algunas personas. Pero los dueños hacen caso omiso y los dejan pasar igual”, denunció.
"Hoy me tocó a mí. Pero pudo haber sido cualquiera. El paramédico, mis compañeros, los chicos que estaban adentro. Si esto sigue así, la próxima vez vamos a tener que lamentar una tragedia mayor", cerró.
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