Crece la tensión en el conflicto aceitero: gremio advierte sobre huelga nacional

En un comunicado contundente, el gremio denunció una serie de acciones ilegales por parte de diversas compañías, incluyendo el incumplimiento de convenios colectivos, despidos arbitrarios y represalias contra quienes reclaman condiciones laborales justas. Además, alertaron que, ante la continuidad de estas medidas, se llevará a cabo una huelga nacional para hacer valer los derechos laborales históricamente conquistados.
Entre los casos más resonantes, mencionaron a la empresa Explora SA en Puerto San Martín, acusada de despedir a cuatro trabajadores como represalia ante reclamos salariales. La situación derivó en una huelga que exige la reincorporación de los despedidos y el cumplimiento de los pagos atrasados. Por otro lado, las compañías Vicentín y Renopack enfrentan conciliaciones obligatorias luego de dejar de pagar el bono anual a sus empleados, lo que impulsó numerosas medidas de protesta.
En el caso de Dánica, en Llavallol, la polémica estalló cuando la empresa cerró su planta en diciembre de 2024, provocando el despido masivo de todos sus empleados. Sin embargo, tras una lucha gremial, se logró la reapertura parcial con un número reducido de trabajadores.
El agravamiento de la militarización en algunas plantas, como en Bahía Blanca con la intervención de Prefectura Nacional, añade un elemento preocupante al conflicto. Esta situación evoca épocas de las dictaduras, en las que los problemas laborales se resolvían con represión estatal al servicio del poder empresarial. La utilización de fuerzas de seguridad para enfrentar conflictos gremiales ha generado fuertes críticas y sumado tensiones al panorama.
Los gremios han señalado que esta "revancha patronal" pretende limitar el ejercicio del derecho constitucional a la huelga, debilitando no solo a los trabajadores, sino también a los sindicatos como representantes legítimos. Además, también hicieron responsables a las empresas y al gobierno nacional por la situación de los trabajadores y por presuntas maniobras para criminalizar los conflictos laborales. En este contexto, se criticó al Ministerio de Economía por favorecer económicamente a las empresas mientras se intensifican las medidas de presión contra los asalariados.
La posibilidad de una huelga nacional se presenta como el próximo paso en esta confrontación si las empresas no desisten de las prácticas denunciadas. El gremio reclama condiciones dignas de trabajo, respeto por los convenios colectivos y el cese de represalias y militarización. Mientras tanto, la confrontación sigue escalando, con el sector aceitero atravesando uno de los momentos más tensos en su historia reciente.