Tras la muerte de un camionero en Renova, el Sindicato Aceitero paraliza la planta y exige respuestas

La medida de fuerza, que contempla la interrupción completa de tareas y un duelo institucional, se extenderá hasta las 12 del mediodía del sábado 14 de junio. Así lo dispuso la Comisión Directiva del gremio en conjunto con su Cuerpo de Delegados, en una clara señal de acompañamiento a la familia del trabajador fallecido y de exigencia a la empresa.

“Expresamos nuestro más profundo pésame y acompañamiento a la familia de Marcelo Baigorria, el trabajador fallecido por causas que actualmente se encuentran bajo investigación judicial”, señalaron desde el sindicato.
El hecho ocurrió el jueves por la tarde, cuando Baigorria fue embestido por otro camión mientras realizaba tareas de limpieza en su unidad. La falta de visibilidad, la posible ausencia de señalización o el incumplimiento de protocolos de seguridad son algunas de las hipótesis que investiga la Justicia.

Desde el SOEA no solo manifestaron dolor por lo ocurrido, sino que también dejaron en claro su preocupación por las condiciones laborales en el sector:

“Entendemos que es indispensable llegar a conclusiones claras y contundentes que determinen si existieron fallas o incumplimientos en las normas básicas de seguridad e higiene dentro de las instalaciones”, remarcaron.
El gremio advirtió que este tipo de tragedias no pueden ser asumidas como un hecho aislado ni como una fatalidad inevitable, sino como una posible consecuencia de una estructura que requiere mayor control y rigor en la prevención.

“La vida de cada trabajador es un derecho innegociable, y desde el SOEA seguiremos exigiendo los mayores estándares de seguridad para garantizar que hechos como este no vuelvan a repetirse”, concluyeron.
La paralización en Renova se enmarca en un contexto de tensión creciente entre los sindicatos y las empresas del complejo agroexportador del cordón industrial, donde miles de trabajadores se desempeñan a diario en tareas de alto riesgo. Desde distintos sectores gremiales ya se vienen reclamando auditorías, mejoras en los protocolos de seguridad y una revisión profunda de las condiciones operativas en las terminales portuarias.